Si eres amante de las shishas, seguramente te ha pasado que, en plena sesión, la cazoleta comienza a «sudar«. Este fenómeno se refiere a cuando la cazoleta de barro, al recibir mucho calor, empieza a liberar melaza o jugo del tabaco a través de sus poros. Aunque puede ser molesto, es un proceso natural en cazoletas porosas, y aquí te contamos cómo y por qué sucede, ¡además de algunos tips para controlarlo!
¿Qué significa que una cazoleta "sude"?
Las cazoletas de barro, especialmente las no esmaltadas, son naturalmente porosas. Al calentarse, sus poros se dilatan, y al estar en contacto con tabacos muy melosos, parte de esa melaza o jugo empieza a filtrarse hacia el exterior. A esto lo llamamos «sudar». Es un comportamiento común, pero si se exagera, puede influir en la calidad de la sesión.
¿Por qué la cazoleta suda?
- Exceso de calor: El sobrecalentamiento dilata los poros del barro, haciendo que la melaza se evapore y salga a la superficie.
- Material poroso: Las cazoletas de barro están diseñadas para absorber y distribuir el calor, pero, al ser porosas, tienden a retener algo de melaza con cada uso.
- Tabaco muy meloso: El contenido de melaza es clave. Cuando el tabaco contiene muchos jugos, estos se calientan y buscan salir, lo que hace que la cazoleta sude aún más.
¿Y si mi cazoleta suda incluso en reposo?
Si notas que tu cazoleta suda o «gotea» melaza incluso cuando no está en uso, es posible que los poros del barro se hayan impregnado de melaza después de muchas sesiones. La solución es sencilla: hervir la cazoleta en agua. Este método ayuda a abrir los poros y a expulsar la melaza atrapada en el barro, devolviendo la cazoleta a un estado óptimo. Solo sigue estos pasos:
1- Coloca agua en una olla y lleva a ebullición.
2- Introduce la cazoleta en un recipiente resistente al calor y sumérgelo en el agua hirviendo
3- Déjala reposar unos 20-30 minutos y verás cómo se libera la melaza. Luego, enjuágala bien y déjala secar al aire.
Consejos para evitar que sude en exceso
Aunque es imposible eliminar por completo este fenómeno, puedes minimizarlo con algunos trucos:
- Control de calor: Ajusta el calor para que sea suficiente pero no excesivo. Menos calor ayuda a que el tabaco conserve su jugo sin provocar que se escape por la cazoleta.
- Cazoletas esmaltadas: Al tener una superficie lisa y sin poros abiertos, evitan en gran medida la sudoración.
- Descansos entre sesiones: Dale un respiro a la cazoleta entre sesiones largas para evitar que acumule demasiado calor.
- Tabacos menos melosos: Si prefieres evitar el sudor, los tabacos con menor contenido de melaza son una opción perfecta.
En Resumen
La sudoración de la cazoleta es un proceso natural, pero controlarlo te garantiza una experiencia más limpia y de mejor sabor. Si se ha impregnado con melaza, ¡no hay problema! Hervirla en agua renovará los poros, dejando la cazoleta lista para tu próxima sesión. ¡Cuida de tu cazoleta y disfruta de cada calada como un experto!